Hoy por hoy, mejor conocida como una habilidad para percibir, asimilar, comprender y regular las propias emociones y las de los demás, promoviendo un crecimiento emocional e intelectual. De esta manera, se puede usar la misma para guiar nuestra forma de pensar y nuestro comportamiento.
Busquemos siempre la parte positiva de todo aunque sintamos miedo, rabia o tristeza. Ejemplo.
- Sintiendo miedo se nos hace más fácil correr.
- Sintiendo rabia se nos hace más fácil drenar.
- Sintiendo tristeza es más fácil recibir ayuda.
Recordemos: nadie nos puede hacer daño emocional si no lo permitimos…
PROFESOR ÁNGEL CARABALLO
Formación Permanente
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